Monseñor Rolando Alvarez pidió a Dios en 2014 que expulsara de Nicaragua a “todo espíritu perverso y maligno”.

Emiliano Chamorro Mendieta

El Llamado Profetico del Obispo, fue de hecho en la Montaña de la Paz, en el Cerro Apante, en Matagalpa

El guía espiritual guarda prisión injustamente por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo

Monseñor Rolando Álvarez, miembro de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) y Obispo de la Diócesis de Matagalpa, quien guarda prisión de manera injusta por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, en noviembre de 2014, pidió a Dios que liberara a Nicaragua de los demonios.

“Pedimos al Dios todo poderoso. Al Padre de la Misericordia; al Dios de la bondad, al Dios de amor, a Nuestro Padre Bueno, que tome posesión de Matagalpa, de Nicaragua: de America Central y que con la fuerza del Divino Espíritu expulse de esta ciudad, de nuestra Patria, de nuestros países, de nuestro continente, todo espíritu perverso y maligno que quiera dañar a nuestros hermanos, a nosotros mismos, a los fieles y los hijos de Dios en quien todos nos reconocemos como hermanos”, dijo Alvarez con voz profética en la Montaña de la Paz, ubicado en el Cerro Apante, en Matagalpa, Nicaragua.

La Montaña de la Paz se ha convertido en un lugar icono, donde los fieles católicos han convergido para pedir por la Paz y la concordia de Nicaragua, «Un Santuario Dedicado a la Paz, y como un recordatorio de que Cristo vence el Poder de las tinieblas» según el Sacerdote Franciscano John Boughton.

Monseñor Alvarez, ese día al brindarme una entrevista para el Diario LA PRENSA, expresó que desde nacimiento de la Iglesia hace más de 2 mil años, el demonio la ha pretendido destruir, pero le ha sido imposible.

“Las puertas del infierno siempre han pretendido destruir a la iglesia, en los más de 2 mil años de existencia. Y las puertas del infierno en los más de 2 mil años de existencia que tiene la iglesia no han podido ni podrán vencer a la Iglesia”, evangelizó el obispo, quien ahora sufre la injusta cárcel por predicar la verdad y estar al lado del pueblo que demanda libertad y Estado de Derecho.

Desde marzo que fue presentado por el régimen a sus familiares, no se sabe nada del jerarca católico quien ha preferido cargar la cruz en la prision que aceptar un asilo y por el cual el régimen en venganza lo ha condenado a 25 años de cárcel.